Parábola – Semilla y el Sembrador

Preguntas Importantes

¿Qué clase de terreno eres tú? …Y, ¿cómo recibes la semilla?

¿Eres un terreo pedregoso?

Oh ¿quizás serás un terreno lleno de espinos?

¿Permites que se coman las aves la semilla sembrada en ti?

Oh, ¿eres un terreno fructífero que recibe semilla y permite que esta semilla brote y de fruto a ciento por uno?

Lee los versículos y verás la explicación de Yeshúa sobre el significado de las cuatro clases de terreno y como Él lo aplica a la persona que escucha la predicación del Evangelio.

Parábola del Sembrador – Mateo 13.1-9 (Marcos. 4.1-9; Lucas 8.4-8)

Propósito de las Parábolas – Mateo 13.10-17 (Marcos 4.10-12; Lucas 8.9-10)

Jesús Explica la Parábola del Sembrador – Mateo 13.18-23 (Marcos 4.13-20; Lucas 8.11-15)

Mateo 13 – Y AQUEL día, saliendo Jesús de casa, se sentó junto á la mar.

Y se allegaron á él muchas gentes; y entrándose él en el barco, se sentó, y toda la gente estaba á la ribera.

Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí el que sembraba salió á sembrar.

Y sembrando, parte de la simiente cayó junto al camino; y vinieron las aves, y la comieron.

Y parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y nació luego, porque no tenía profundidad de tierra:

Mas en saliendo el sol, se quemó; y secóse, porque no tenía raíz.

Y parte cayó en espinas; y las espinas crecieron, y la ahogaron.

Y parte cayó en buena tierra, y dió fruto, cuál a ciento, cuál á sesenta, y cuál á treinta.

Quien tiene oídos para oir, oiga.

10 Entonces, llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?

11 Y él respondiendo, les dijo: Por que á vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos; mas á ellos no es concedido.

12 Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

13 Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.

14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no miraréis.

15 Porque el corazón de este pueblo está engrosado, Y de los oídos oyen pesadamente, Y de sus ojos guiñan: Para que no vean de los ojos, Y oigan de los oídos, Y del corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.

16 Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.

17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron: y oir lo que oís, y no lo oyeron.

18 Oid, pues, vosotros la parábola del que siembra:

19 Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiéndola, viene el malo, y arrebata lo que fué sembrado en su corazón: éste es el que fué sembrado junto al camino.

20 Y el que fué sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo.

21 Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal que venida la aflicción ó la persecución por la palabra, luego se ofende.

22 Y el que fué sembrado en espinas, éste es el que oye la palabra; pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra, y hácese infructuosa.

23 Mas el que fué sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y el que lleva fruto: y lleva uno á ciento, y otro á sesenta, y otro á treinta.

¿Cuál es la condición de tu terreno?

Todos debemos desear ser un terreno fértil donde la semilla cae y es productiva dando una buena cosecha.

También nos debe animar a predicar y compartir el Evangelio sabiendo que por lo menos una de cada cuatro personas con quien compartimos la Palabra puede ser un terreno fértil … que escuche y responda y sea salvo.

¡Shalom y Bendiciones!

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