Shabbat Shalom! Parashá Pekudey

Parashá Pekudey

También se registra en la lectura de la Torá de esta semana el hecho de que Moisés erigió el Tabernáculo. El Tabernáculo era una Tienda que contenía muchos de los utensilios que se usaban para la adoración. Es importante recordar que Moisés recibió instrucciones de establecer esta nueva experiencia de adoración para los Hijos de Israel en el primer mes. El primer mes es el mes de Nisán y fue el mismo mes en el que los Hijos de Israel salieron de Egipto, es decir, la Pascua. La Pascua es conocida como la Fiesta de la Redención; por lo tanto, a Moisés se le ordenó que erigiera el Tabernáculo en Nisán para mostrar la relación inherente entre la redención y la adoración. Esta relación revela que sin experimentar la redención, uno no puede adorar a Di-s.

Se lee que cuando se terminó toda la obra del Tabernáculo, trajeron todos los utensilios y materiales a Moisés, para que él inspeccionara todo antes de que fueran instalados (Éxodo 39:32-41). Moisés inspeccionó minuciosamente todos los utensilios y se registra lo siguiente:

Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la hicieron tal como Hashem les mandó; así lo hicieron, y los bendijo Moisés.” Éxodo 39:43

Este versículo enseña que sólo cuando uno hace correctamente lo que HaShem ordena, habrá una bendición. El problema es que hoy tendemos a centrarnos en las cosas generales que se afirman en la Biblia, en lugar de prestar mucha atención a todos los detalles más pequeños que también se incluyen en las Escrituras. Existe una fuerte tendencia entre las personas a asumir que las cosas más pequeñas no son importantes y se pueden ignorar. Pero el Mesías Yeshúa enseñó que aquellos que no son fieles en las cosas menos importantes, en realidad también serán infieles en las cosas más importantes (véase Lucas 16:10).

Es muy significativo que en Éxodo 39:43 el texto diga que “Moisés vio toda la obra…” La palabra toda está ahí para enfatizar que Moisés prestó mucha atención a cada aspecto de la obra y no solo le dio una rápida “revisión”. Es importante recordar el principio bíblico de que con la medida que uses se te medirá. Es decir, si uno no es cuidadoso con cada aspecto de la Palabra de Di-s, entonces no espere que HaShem sea cuidadoso y trabaje en cada aspecto de la vida de esta persona.

¡Shabbat Shalom! Parashá Vayakhel

En el parashá de esta semana se aprende sobre la construcción del Tabernáculo. Si bien todos fueron invitados a participar de alguna manera en la construcción del Tabernáculo, se lee en el parashá:

Y todos los sabios vinieron, los que hacían toda la obra santa, cada uno según su obra que hacía.” Éxodo 36:4

Al leer este versículo por primera vez, me siento como si me hubieran dejado fuera de la construcción del Tabernáculo. Claro que podría haber hecho una donación, pero el hecho de que sólo los “sabios” pudieran participar en la construcción me dejaría fuera. Aunque así es como se lee el texto en español, es necesario entender el significado de la palabra hebrea “sabio”. Muchas veces esta palabra no se relaciona simplemente con la inteligencia, sino con el conocimiento que se requiere para lograr algo. Por lo tanto, el texto no dice que sólo las personas más inteligentes tienen un papel en la construcción del Tabernáculo; más bien, cada persona participó en las tareas que sabía hacer.

En otras palabras, la decisión de qué persona realizaría qué tarea no se basaba simplemente en quién quería hacer qué, sino más bien en quién estaba mejor preparado para llevar a cabo las tareas individuales que debían realizarse. Cuando el servicio se decide en función del deseo de una persona, en lugar de la idoneidad de una determinada persona para una tarea determinada, surgirán problemas.

El servicio a HaShem debe tener su raíz en un llamado y en un equipamiento. A veces el equipamiento viene por medios sobrenaturales, es decir, el Espíritu Santo; pero otras veces el equipamiento viene por medio de una preparación a lo largo de un período de tiempo. Consideremos a David, por ejemplo. Él fue equipado para derrotar a Goliat, no a través de años de entrenamiento como soldado, sino pastoreando las ovejas de su familia. Fue luchando contra el león y el oso que David aprendió las habilidades necesarias para traer la victoria a los Hijos de Israel. David sabía que había sido llamado a la tarea de liberar a Israel y se sometió a ella, no para recibir honor, alimentando su orgullo, sino para servir al Di-s Viviente.

El relato del parashá de esta semana es un excelente ejemplo de personas que se dieron cuenta de a quién podían servir y se sometieron a esa tarea, porque sabían que podían llevar a cabo la tarea, no motivados por algún deseo personal de logro.

¡Shabbat Shalom! Parashá Ki Tisa

En el parashá de esta semana, los sabios señalan que la enseñanza sobre el Shabbat viene inmediatamente antes del pasaje que trata sobre el pecado del becerro de oro. La opinión de los sabios es que este orden tiene como propósito revelar que observar el Shabbat nos protege de caer en la idolatría.

Es bastante sorprendente que quienes profanan el Shabbat sean condenados a muerte,

Porque Santo es (el Shabbat) para todos vosotros; los que lo estén profanado (el Shabbat), ciertamente morirán; porque cualquiera que haga en él obra, aquella persona será cortada de entre su pueblo.” Éxodo 31:14

Este hecho revela lo importante que es el Shabbat para HaShem.

Este versículo tiene algunas dificultades que es necesario explicar. Traduje el hebreo para decir simplemente que quien profana el Shabat Seguramente morirá. Muchas traducciones dicen “seguramente será condenado a muerte”. Ambas traducciones son posibles. La cuestión es si el castigo debe ser administrado por los ancianos o por HaShem. El último habla de una muerte temprana en lugar de una ejecución. El hecho de que alguien que violó el Shabbat fue efectivamente condenado a muerte (Ver Números 15:32-36) es una fuerte evidencia de que la frase debería traducirse “seguramente será condenado a muerte”. Si de hecho esto es correcto, entonces se presenta otra dificultad. El versículo continúa y dice: “Porque todo aquel que haga en él una obra, esa alma será cortada de su pueblo”. El asunto es que, si uno es condenado a muerte, entonces no hay necesidad de la última frase de que el infractor será cortado de su pueblo. Rashi infiere que la pena de muerte solo se administra cuando hay testigos que advierten al infractor que tal comportamiento es transgredir el Shabbat y continuó, mientras que el último es alguien que de hecho profanó el Shabbat, pero no sabía que lo que estaba haciendo estaba prohibido.

Tal vez la intención de la frase “Porque todo aquel que haga en él obra, esa alma será cortada de su pueblo” no se refiere a un castigo alternativo, sino a la intención detrás de la sentencia de muerte que se administra. En otras palabras, la razón por la cual se condena a muerte a quien profana el Shabbat es para que no pueda influir en los demás para que se comporten de manera similar. Una cosa es segura, el Shabbat tiene un gran significado y cada individuo debe estudiar la revelación de Di-s con respecto al Shabbat y por qué Yeshúa dijo:

El sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado.” Marcos 2:27

¡Shabbat Shalom! Parashá Tetzaveh

Parashá: Tetzaveh (Ordenarás)

En la Haftará se aprende que Saúl no obedeció la palabra de Di-s y permitió que Amalec sobreviviera lo suficiente para tener un hijo que, muchas generaciones después, produjo a Amán. Estos hechos revelan que no obedecer la palabra de Di-s puede tener resultados desastrosos que quizás no se vean durante generaciones.

La vestimenta de los sacerdotes y su trabajo son los temas principales del parashá de esta semana. Este trabajo se lleva a cabo en el Tabernáculo y se lee:

Y habitaré en medio de los hijos de Israel, y seré su Di-s. Y sabrán que yo soy el Señ-r su Di-s, que los saqué de la tierra de Egipto para habitar en medio de ellos. Yo soy el Señ-r su Di-s.” Éxodo 29:45-46

Está claro que el trabajo de los sacerdotes se relaciona con el Señ-r. La presencia de Di-s y Su gloria siendo experimentada por los Hijos de Israel. Esta intimidad que HaShem ofrece al pueblo debe ser nuestro mayor deseo. Si bien el trabajo de los sacerdotes es necesario para que esta intimidad se realice, hay otro elemento importante que se requiere. Este elemento es la redención. La redención es fundamental para una relación con el Señ-r y para experimentar Su Presencia. El concepto de redención se encuentra en el texto en las palabras: “… YO SOY HaShem su Di-s, que los saqué de la tierra de Egipto …” El Éxodo de Egipto debe entenderse correctamente como redención. Es por esta razón que Pésaj se llama la Fiesta de la Redención. El Mesías Yeshúa entregó Su vida el día 14 de Nisán, es decir, Pésaj, para ser nuestra redención. Una vez más, es a través de la redención que uno tiene el potencial de experimentar la verdadera intimidad con Di-s.

De la misma manera que el Éxodo de Egipto sólo le dio a los Hijos de Israel la posibilidad de experimentar intimidad con HaShem, el trabajo de los sacerdotes también fue un componente necesario. Así también el creyente de hoy tiene que servir y obedecer las instrucciones del Señ-r. para experimentar la intimidad con Di-s por medio del Espíritu Santo que habita en el creyente, como la Presencia de HaShem habitaba en el Tabernáculo.

¡Shabbat Shalom! Parashá Terumá

En la porción de la Torá de esta semana se habla de muchos de los utensilios del Tabernáculo. La cubierta del Arca es un recipiente separado del que habla Moisés en Éxodo 25:17-22. El nombre de esta cubierta en hebreo se deriva de la misma palabra que significa expiación. Por supuesto, el Arca estaba ubicada en el Lugar Santísimo, al que estaba prohibido entrar a cualquiera, excepto al Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) en el Día de la Expiación. Era sobre la cubierta donde se colocaba la sangre para hacer la expiación. También se lee en el libro de Números que Moisés entró en el Lugar Santísimo para santificar todos los utensilios para que los Hijos de Israel pudieran comenzar a adorar en el Tabernáculo (ver Números 7). Fue mientras Moisés estaba en el Lugar Santísimo, de pie ante el Arca, que HaShem le habló de entre los querubines que estaban sobre la cubierta.

En nuestro parashá está escrito:

Y yo me encontraré allí contigo, y te hablaré de encima de la cubierta, entre los dos querubines que están sobre el Arca del Testimonio; todo lo cual te mandaré para los hijos de Israel.” Éxodo 25:22

¿Por qué en este lugar específico se le informa al lector que allí HaShem hablará con Moisés? La respuesta es para enseñarnos que sin la expiación es imposible tener una comunicación adecuada con Di-s. La expiación es necesaria por varias razones; dos de las cuales son:

1) Para poder entrar en la presencia de Di-s uno necesita tener sus pecados expiados.

Por eso el escritor de Hebreos afirma:

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia (la cubierta del Arca) para alcanzar misericordia y hallar gracia en el buen tiempo de socorro.” Hebreos 4:16

2) Para escuchar a HaShem.

Obviamente Di-s puede hacer que cualquiera lo escuche si así lo decide. El punto aquí es simplemente que, de manera general, el pecado en la vida de una persona impide que la persona escuche a HaShem. Está claro en las Escrituras que cuando una persona no se ocupa del pecado en su vida de manera adecuada, esto tiene un efecto negativo en la vida de oración de esa persona.

El nombre del parashá de esta semana es “contribución”, en el sentido de una ofrenda a Di-s. Respondamos al mandato de Pablo en Romanos 12:1-2 y ofrezcámonos ante el Mesías Yeshúa. La Torá dice claramente que todas las ofrendas a Di-s deben ser irreprensibles y sin mancha. Por eso el Mesías proveyó la expiación por nosotros para que tuviéramos el privilegio de ser ese sacrificio vivo para Él.

¡Shabbat Shalom! Parashá Mishpatim

¿Por qué se casa la gente hoy en día? Probablemente la respuesta más frecuente sea por amor. ¿Qué significa eso realmente para la mayoría de las personas? La respuesta es que la otra persona las hace felices. Con demasiada frecuencia, cuando la persona ya no siente que la otra persona las hace felices, el resultado es el divorcio. Me gustaría sugerir que la gran mayoría de las personas buscan el matrimonio con un objetivo totalmente antibíblico: la felicidad. No conozco ningún versículo que diga: “Te casarás y serás feliz”. El matrimonio es un pacto que tiene como propósito principal manifestar la gloria de HaShem. Por lo tanto, los creyentes deberían casarse debido a fuertes convicciones bíblicas compartidas.

Es prudente que los padres presenten a sus hijos (en edad de salir con alguien) a los hijos de familias que conocen y que comparten los mismos valores bíblicos. Salir con alguien no es una forma de divertirse ni de vivir una experiencia, sino más bien una forma de discernir si el individuo pudiese ser un cónyuge apropiado. Una vez que se toma la decisión, se debe casar o se debe terminar la relación. Como padre de tres hijos, puedo dar fe de que hoy en día a los niños les resulta difícil aceptar esa perspectiva. Esto no significa que los padres dejen de sugerir posibles cónyuges ni que permanezcan en silencio. Mi esposa y yo buscamos continuamente oportunidades para influir en nuestros hijos para que vean el matrimonio desde una posición bíblica.

En el parashá de esta semana se leen algunos versículos difíciles. Estos versículos se refieren a un hombre que vende a su hija a otro hombre. Por supuesto, esto nos suena criminal, pero sin embargo la Biblia habla de ello. ¿Qué se dice en este pasaje? El texto comienza así:

Y porque alguno venderá a su hija por sierva …” Éxodo 21:7

El comentario rabínico es muy claro al decir que un padre sólo puede hacer esto si es para el bien de su hija. En otras palabras, no había agencias de adopción hace 3.500 años. Por lo tanto, si un padre creía que no podía cuidar de su hija, podía venderla a otro hombre como sirvienta. ¿Por qué la Torá utiliza la palabra “sirvienta”? Había reglas estrictas en las Escrituras sobre cómo un hombre debía tratar a sus sirvientes. La niña no tendría el estatus legal de hija, es decir, heredera; pero el hombre debía cuidar de ella a un nivel no inferior al de cualquier miembro de la familia. A continuación, se le dice al lector que:

“… no saldrá como salen los sirvientes.” Éxodo 21:7

Hay mucho debate sobre la intención de esta frase, pero, una vez más, ciertamente no está diciendo que se la deba considerar menos que a los demás sirvientes. Si bien había un plazo para que los sirvientes judíos terminaran su servicio y condiciones para su partida, aquí el contexto parece decir que se le debe una mayor consideración.

En el versículo siguiente comienza a surgir un cuadro más claro. En este versículo se aprende que la hija fue vendida y que el precio que recibió el padre debía ser visto como una “dote” que los novios pagaban al padre de la novia. En este caso, parecería que la muchacha era demasiado joven para casarse cuando se produjo la transacción y se la consideraría una sirvienta hasta que el hombre que proporcionó la “dote” se casara con ella. El versículo dice:

Si ella es ‘mala’ a los ojos de su amo, de modo que él no la designó …” Éxodo 21:8

La palabra que traduje como “mala” significa idiomáticamente, “no conforme a la voluntad de Di-s”. Por lo tanto, si después de un tiempo determinado el hombre determina que no es la voluntad de HaShem que se case con ella, hay restricciones sobre lo que puede hacer con ella. El mismo versículo continúa con las palabras:

“… ni podrá vender (literalmente ‘redimir’) a un pueblo extraño …” Éxodo 21:8

De este versículo se aprende que no puede simplemente venderla a los gentiles. ¿Por qué no? La razón es que los gentiles no tienen la ley de la Torá impuesta sobre ellos. Por lo tanto, aquellos que no están relacionados por los mandamientos de Dios podrían concebiblemente tratar a esta mujer de una manera que estaría fuera de las restricciones que la Torá demandaba. El versículo concluye diciendo que

“… no se enseñoreará de ella para venderla, después que la haya desechado.” Éxodo 21:8

Como ya se ha determinado que él no cree que ella sea digna de casarse, sería incorrecto que alguien que tiene una impresión negativa de ella la venda no sólo a un pueblo extranjero, sino a cualquier persona. La Torá está afirmando que él no puede venderla en absoluto, ni a un gentil ni siquiera a un compatriota judío. Por favor, note que el final del versículo dice: “… cuando él la haya desechado”. Estas palabras tienen que ver con un acuerdo roto. Esto da crédito a la opinión rabínica de que ella siempre estuvo designada para ser su esposa, pero simplemente era demasiado joven para casarse.

En el versículo siguiente hay una razón adicional por la que el hombre adquirió a la muchacha. Esta razón es que la quería como esposa para su hijo. Una vez más, ella aparentemente era demasiado joven para casarse inmediatamente. Al final del tiempo, cuando ella deja de ser considerada como una sirvienta y se convertiría en la nuera del hombre, él debe tratarla como a cualquier otra joven que está comprometida con su hijo.

Si el hombre toma otra sierva además de la primera, no puede darle menos alimento ni ropa. El texto también dice que no puede reducir su “temporada” (ver versículo 10). Existe una tendencia en el judaísmo a entender la frase “su temporada” como una referencia a la frecuencia de las relaciones maritales. Esta es claramente una interpretación errónea de la palabra “temporada”. Los versículos anteriores abordan situaciones en las que la mujer en cuestión no se convierte en esposa. Es incorrecto entonces interpretar este versículo como relacionado con la sierva adicional y la primera como mujeres con las que tiene relaciones maritales.

El término “temporada” debe entenderse como el período de tiempo en que ella sirve como sirvienta. Hay que recordar que el propósito de que el padre vendiera a su hija en primer lugar era para su bienestar y mejora. Si el hombre que la adquirió incumpliera cualquiera de estas tres obligaciones, comida, ropa o tiempo; entonces ella puede irse de inmediato. El versículo dice: “Sin pago”. Esto significa que ella puede rescindir el acuerdo y puede irse sin compensarlo por el dinero que le fue dado a su padre, porque él había violado los términos, no la mujer.

Esta porción de la Torá tiene numerosas leyes, es decir, mandamientos, que deben estudiarse con mucho cuidado para llegar a la intención correcta de la Torá.

¡Shabbat Shalom! Parashá Yitró

En el parashá de esta semana se leen los Diez Mandamientos. El primer mandamiento se introduce con las palabras:

Yo soy HaShem tu Di-s, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.” Éxodo 20:2

En cierto modo, la declaración “Yo soy HaShem tu Di-s” suena como una introducción, es decir, el Señ-r se está dando a conocer a Israel. ¿Acaso los Hijos de Israel no sabían Quién era HaShem antes del Monte Sinaí? Hay una diferencia significativa entre saber que Di-s existe y el tipo de relación que Israel estaba siendo llamada a experimentar en el Sinaí. ¿Por qué el versículo dice, “Yo soy HaShem tu Di-s” en lugar de simplemente “Yo soy Di-s”? La respuesta es que el Nombre Sagrado de Di-s aparece en esta oración י-ה-ו-ה. Este Nombre se relaciona con Di-s de una manera que trasciende la experiencia humana. El Nombre se refiere a conocer al Señ-r de una manera que depende únicamente de la revelación divina. Es muy importante que el Éxodo se mencione en la segunda mitad de este versículo. Como he dicho muchas veces anteriormente, existe una relación inherente entre HaShem sacando a los Hijos de Israel de Egipto y la Redención.

El punto aquí es que es solamente por medio de la experiencia de la redención que un individuo puede conocer a Di-s de una manera personal. HaShem no había dicho antes, “Yo soy HaShem tu Di-s” hasta que Él sacó a la Congregación de Israel de Egipto y la llevó al Monte Sinaí. HaShem había guiado al pueblo al Monte Sinaí para que lo adoraran. La redención no es el propósito, sino más bien un evento inicial que es fundamental para que se cumpla el objetivo principal que es la adoración. Israel no adoró en Egipto, ya que los que están en esclavitud no son libres de adorar. La adoración exige que se cumplan ciertas cosas para que sea una realidad para un individuo. La esclavitud al pecado hace que uno no pueda adorar, al igual que estar en un entorno equivocado. En resumen, porque Di-s quería que Su pueblo lo adorara, actuó de una manera que produjo cambios en sus vidas para que estuvieran en el lugar correcto y en la condición correcta para adorarlo.

¿Hay cambios que se deben hacer en tu vida para que puedas verdaderamente adorar a Yeshúa? Tu primera respuesta podría ser no; sin embargo, recuerda que los hebreos no clamaron inmediatamente a HaShem para que salieran de Egipto. Fue sólo después de que comenzaron a sufrir, que le pidieron a HaShem que los liberara de su esclavitud. No esperes hasta que los problemas del pecado en tu vida comiencen a afligirte para examinar tu vida.

Todas las sinagogas del mundo leerán los Diez Mandamientos este Shabat por la mañana. Permítanme sugerirles que lean también con especial atención los Diez Mandamientos y luego el Sermón del Monte de Yeshúa (Mateo 5-7). Estoy seguro de que después de reflexionar en oración sobre estos dos pasajes, ustedes y yo descubriremos que necesitamos hacer más cambios en nuestras vidas de los que inicialmente pensábamos.

¡Shabbat Shalom! Parashá Beshalaj

Parashá de la Torá: Beshalaj (Cuando el Faraón envió)

Lectura de la Torá: Éxodo 13:17-17:16

En el parashá de esta semana, uno de los temas principales es la salvación. Para celebrar esta salvación sobre los egipcios, que ocurrió cuando el Faraón y sus ejércitos se ahogaron en el mar, Moisés cantó un cántico. En este cántico se lee:

Caiga sobre ellos terror* y espanto por la grandeza de tu brazo; sean ellos como una piedra …” Éxodo 15:16

Este versículo es muy mesiánico. La frase “Tu brazo” es una expresión muy conocida que se relaciona con el Mesías. El origen de la palabra “brazo” proviene de una de las palabras hebreas que se relacionan con un descendiente. La expresión “Simiente de Abraham” es, por supuesto, una referencia a Yeshúa (ver Gálatas 3:16) y la palabra “Simiente” aquí, se deriva de la misma palabra hebrea que fue traducida como “brazo”. También es interesante notar que esta palabra, en la forma en que se encuentra en este versículo, también se relaciona con un sacrificio.

En el versículo de nuestra lectura de la Torá, Moisés le ruega a HaShem que el mismo terror y temor que ciertamente consumieron a los egipcios cuando vieron que las aguas se cerraban sobre ellos inmediatamente antes de su muerte, también esté sobre los cananeos, edomitas y moabitas cuando los Hijos de Israel entren a la Tierra.

Es interesante que el verbo en este versículo “caer”, que se relaciona con el “terror y el temor que cayeron sobre” esos pueblos (cananeos, edomitas y moabitas), está en femenino singular, cuando el verbo se refiere a dos cosas, terror y miedo y un sustantivo es femenino (terror) y el otro masculino (miedo). Normalmente, esto exigiría que el verbo esté en plural masculino. Entonces, ¿por qué está en singular femenino? La respuesta es enfatizar el primer sustantivo אימתה. Este sustantivo no solo es femenino, sino que tiene un pronombre posesivo adjunto.

*Cuando traduje el versículo en este artículo, lo traduje como la mayoría de las traducciones principales. Sin embargo, estas traducciones no reconocen que la palabra אימתה es literalmente una contracción de dos palabras hebreas, האימה שלה. Esto debería traducirse correctamente como ” su miedo “. Se puede entender por qué las traducciones al inglés o español no lo traducen así:

Puede Su (femenino “her” en inglés) terror y caiga sobre ellos temor con la grandeza de tu brazo, sean como una piedra …”

¿Quién es “her (en inglés es femenino “her” pero en español usamos el mismo pronombre “su”” para ambos) en el sentido de “su terror”? El hecho de que la palabra “brazo” sea un sustantivo femenino significa que la única respuesta puede ser el terror del Brazo de HaShem, es decir, el Mesías.

Lo que este versículo está comunicando es que sólo cuando las personas perciben el asombroso poder de la salvación de HaShem obrada a través del Mesías Yeshúa, se someten a la voluntad de Di-s. En otras palabras, aquellos que se oponen a que el pueblo judío entre y se establezca en Israel (todo el territorio, incluyendo Judea, Samaria y Gaza) aparentemente no tienen el debido respeto por el asombroso poder del Mesías Yeshúa, el Brazo de nuestro Señ-r.

¡Shabbat Shalom! Parashá Bo

En la lectura de la Torá de esta semana, hay un versículo único sobre el Éxodo de Egipto. Como saben, el Éxodo se relaciona con la redención y, por lo tanto, apunta a la obra del Mesías Yeshúa, quien dio Su vida el día de Pésaj. El versículo en cuestión es:

Una noche de observación es para que HaShem los saque de la tierra de Egipto, es Esta noche para HaShem; todos los Hijos de Israel (deberán) observar (esta noche) a través de sus generaciones”. Éxodo 12:42

En una primera lectura, este versículo es difícil de entender. Las traducciones suelen eliminar las dificultades para que sea más fácil de entender para el lector. Tenga en cuenta que, al hacerlo, estas traducciones están interpretando el pasaje, en lugar de simplemente traducirlo. Muchas veces sus interpretaciones son incorrectas y/o reflejan prejuicios teológicos. Sólo cuando uno se ve obligado a reflexionar sobre estas dificultades es probable que llegue a la verdadera intención del versículo. Analicemos este versículo, palabra por palabra, y descubramos su significado.

לֵיל שִׁמֻּרִים הוּא לַיהוָה לְהוֹצִיאָם מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם הוּא-הַלַּיְלָה הַזֶּה לַיהוָה שִׁמֻּרִים לְכָל-בְּנֵי יִשְׂרָאֵל לְדֹרֹתָם

Lo primero que es importante es que se enfatiza la noche. Según el judaísmo, existe una conexión entre la noche y la redención. Es por eso que cuando Yeshúa estaba en la cruz, el cielo se oscureció aproximadamente desde la hora sexta hasta la novena. No sólo se repite dos veces la palabra “noche”, sino también la palabra hebrea שִׁמֻּרִים. Esta palabra se relaciona con “vigilar” o “guardar” algo u “observar”. En la primera parte del versículo, es HaShem quien está observando algo. La mayoría entiende que esto es HaShem observando para ver quién ha celebrado la Pascua. Aquellos que de hecho celebraron la Pascua fueron sacados de Egipto por HaShem לַיהוָה לְהוֹצִיאָם מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם. Es significativo que la palabra הוּא se utilice dos veces. El propósito de esta palabra es enfatizar la frase que la sigue. En mi traducción anterior, traduje la palabra hebrea como “es”. La idea aquí es que es responsabilidad de HaShem hacer surgir al pueblo, algo que los Hijos de Israel no podían hacer por sí mismos.

La segunda parte del versículo comienza con la misma palabra הוּא/es. Una vez más se enfatiza que la noche pertenece a HaShem, pero el versículo concluye con un cambio en la palabra שִׁמֻּרִים. Nuevamente, esta palabra se relaciona con “vigilar” o “guardar” algo u “observar”. Ahora son los Hijos de Israel quienes necesitan “guardar” u “observar” esta noche y, por supuesto, el mensaje de Pésaj a lo largo de sus generaciones. En otras palabras, es nuestra responsabilidad proclamar las verdades relacionadas con Pésaj, que apuntan todas a la obra redentora del Mesías en el madero, primero al judío y también al resto de la humanidad.

Aunque hoy la Pascua pueda parecernos lejana, pues faltan más de tres meses, el mensaje de redención (el Evangelio) que revela la Pascua es relevante cada día del año.

¡Shabbat Shalom! Parashá Vaeira

La Biblia nos dice que HaShem endureció el corazón del Faraón, pero ¿qué significa esto? Muchos creen incorrectamente que Dios tocó el corazón del Faraón de tal manera que el Faraón no podría haber respondido a Hashem fielmente incluso si hubiera querido. Sin embargo, cuando uno examina las Escrituras que están involucradas en este tema se presenta una realidad muy diferente. Es muy significativo que cada vez que la Escritura dice que Dios endureció el corazón del Faraón fue inmediatamente después de que HaShem había manifestado Su poder ante el Faraón. Por ejemplo, en Éxodo capítulo 7, Moisés y Aarón se presentan ante el Faraón y Aarón arroja su vara ante el Faraón y se convierte en una serpiente. Lo mismo hicieron los “sabios” de Egipto, y aunque la serpiente de Aarón se tragó a las serpientes de los “sabios” de Egipto, el Faraón no prestó atención a estas cosas. Fue inmediatamente después de la falta de voluntad del Faraón de responder a una manifestación del poder de Hashem, que uno lee:

Y Él (Dios) fortaleció el corazón de Faraón y él no los escuchó (a Moisés y Aarón), tal como HaShem había dicho.” Éxodo 7:13

Del mismo modo, en relación con la plaga de sangre, es porque los “sabios” de Egipto también pudieron hacer este milagro que uno lee nuevamente que Dios fortaleció su corazón. Faraón no entendió que lo que Moisés y Aarón estaban haciendo no era un encantamiento, sino la obra del Dios Viviente. Por lo tanto, en la plaga de piojos que siguió, Hashem hizo que Aarón convirtiera el polvo de Egipto en piojos. Este milagro los “sabios” de Egipto no pudieron duplicar. A pesar de que le comentaron a Faraón que tal acción solo podía ser realizada por el “dedo de Dios”, Faraón no se conmovió por sus palabras, ni por el poder de Dios. Una vez más aparece ese versículo familiar:

Y Él (Dios) fortaleció el corazón de Faraón y él no los escuchó (a Moisés y Aarón), tal como HaShem había dicho.” Éxodo 8:15

En el capítulo 9 hay un cambio significativo en el Faraón. Anteriormente, cuando Moisés y Aarón lo confrontaron con la orden: “Envía a mi pueblo”, la respuesta del Faraón fue:

Quién esDios“Para que yo escuche Su voz y envíe a Israel, no conozco a Hashem …” Éxodo 5:2

Durante la plaga del granizo, el Faraón reconoció que en realidad no fue un encantamiento lo que trajo el granizo, sino HaShem. El Faraón también reconoció que había pecado y el que dijo: “¿Quién es el Señor para que yo escuche Su voz?” corrió y le suplicó a Moisés que intercediera en su favor para detener la plaga. A pesar de que Moisés lo hizo y Dios escuchó su pedido, el Faraón una vez más no se sometió a Hashem. Porque se lee:

Y viendo Faraón que la lluvia había cesado, y el granizo y los relámpagos, siguió pecando, y esto endureció su corazón, él y sus siervos. Y Él (Dios) fortaleció el corazón de Faraón, y éste no los escuchó (a Moisés y Aarón), tal como HaShem había dicho.” Éxodo 9:34-35

Es muy significativo que la palabra “endurecido” esté en el hiphil. El hiphil, es una raíz verbal que es causal, es decir, muestra que algo hizo que el corazón de Faraón se endureciera. ¿Qué fue eso? La respuesta es que a pesar de todas las manifestaciones del poder de Dios y del hecho de que Faraón fue convencido por la realidad del Dios Viviente e incluso por su pecado ante HaShem, Faraón no estuvo dispuesto a responder en obediencia a Hashem. Aquí está el punto principal de este breve artículo: cuando un individuo es convencido por la realidad de Dios y no está dispuesto a responderle adecuadamente, el resultado final es que su corazón se endurecerá.

Por lo tanto, la manera en que Dios endureció el corazón del Faraón no fue endureciéndolo sobrenaturalmente para que el Faraón no pudiera obedecer a Dios, sino que su corazón fue endurecido a través de varias manifestaciones del poder y la presencia de HaShem. Por eso se lee:

Y habló HaShem a Moisés: Faraón no os escuchará a causa de las muchas señales que se han hecho en la tierra de Egipto. Y Moisés y Aarón hicieron todas estas señales delante de Faraón, y HaShem fortaleció el corazón de Faraón, y no dejó salir de su tierra a los hijos de Israel.” Éxodo 11:9-10

Estos versículos brindan una severa advertencia para aquellos que no se arrepienten e ignoran la súplica del Señor de que le respondamos. No hacerlo dejará a la persona con un corazón endurecido y hará que la probabilidad de volverse a Yeshúa en el futuro sea menor.