El Cielo o el Infierno
Si murieras en los próximos 5 minutos, ¿sabes con certeza dónde pasarías la eternidad? ¿Sabes que sabes que lo sabes?
Puedes nacer dos veces y morir solo una vez o puedes nacer una vez y morir dos veces. ¿Cuál será?
Si tu no sabes o no estás seguro… entonces depende de ti asegurarte. Nadie más puede tomar esa decisión por ti. Puedes decir que no te importa. Créeme una fracción de milisegundo después de tu muerte te arrepentirás de no haberlo tomado en serio.
¿Cómo puedo, estar seguro? Puedes preguntarte. Tal vez digas que me equivoco. Bueno, asumamos que me equivoco. ¿Qué tienes que perder? Nada.
¿Pero asumamos que tengo razón y que hay un futuro y una eternidad eterna? Entonces, ¿qué pierdes y qué ganas? Pierdes un hogar eterno en el Cielo en presencia del Rey de reyes, Señor de Señores y el Único Dios Verdadero. Creador y Sustentador de su Creación.
¿Qué ganarías? El Infierno y el Lago de Fuego. Un lugar de tormento eterno, oscuridad, dolor, sufrimiento, sed y mucho más.
¿Ahora dime, vale la pena confiar y creer, por fe, en que hay un lugar como el Cielo y también un lugar llamado Infierno?
En una Biblia (cualquier modo… imprimida o digital) por favor busca los siguientes versículos. Medita sobre ellos. Piensa en su mensaje. Debes actuar antes de que sea demasiado tarde.
Isaías 53 (y toma nota de los versículos 5-7); Juan 3:14-16, 36; 10:11; 14:1-6; Romanos 3:9-23; 5:1-8; 6 (especialmente el versículo 23); Efesios 2:8-9; Apocalipsis 3:19-22; 20:7-15.
Para que cualquiera vaya al infierno… él o ella no tiene que hacer absolutamente nada. Todos nacemos con un boleto de ida al infierno. Dios es misericordioso y nos da a todos múltiples oportunidades para cambiar ese boleto de ida al Infierno por un boleto de ida al Cielo (Reino). Sin embargo, estas oportunidades para el intercambio expiran o terminan en el momento en que una persona muere. Una vez que una persona muere, y si no ha actuado, se irá al infierno en el momento en que tome su último aliento en este lado de la eternidad. El resto de su eternidad se pasará en el Infierno y luego, en el Gran Juicio del Trono Blanco será arrojado al Lago de Fuego.
Así que, amigo mío, actúa ahora antes de que sea demasiado tarde. Nadie (tú o yo) tiene la seguridad de que estaremos vivos al minuto siguiente. Cualquiera de nosotros puede expirar (morir) en un abrir y cerrar de ojo.
Entonces, ¿cuál será tu decisión? Rechaza el mensaje del Evangelio e irás al infierno o acepta la oferta gratuita de salvación y cambia (redime) tu boleto al Infierno por un boleto que va al Cielo. El precio de su redención ha sido pagado en su totalidad por Yeshúa (Jesús) el Redentor cuando murió en la cruz del Calvario hace unos 2.000 años. Fue enterrado y tres días más tarde derrotó a Satanás y salió de la tumba el Día de la Resurrección y está vivo para siempre jamás. Murió para que tú y yo pudiéramos vivir. Él está regresando para reunir a aquellos que han confiado en Él por fe. Estos son los salvos que pasarán la eternidad con Él en la Tierra Nueva y el Nuevo Cielo. Viviremos con Él eternamente en la Nueva Jerusalén Véase Apocalipsis 21-22).