Lee este capitulo y luego lee el comentario abajo para ayudarte a caminar en la Luz.
1ª Juan, Capítulo 1, Versículos 1-10, RV1909
LO que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida; (2) (Porque la vida fué manifestada, y vimos, y testificamos, y os anunciamos aquella vida eterna, la cual estaba con el Padre, y nos ha aparecido;) (3) Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros: y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo . (4) Y estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. (5) Y este es el mensaje que oímos de él, y os anunciamos: Que Dios es luz, y en él no hay ningunas tinieblas. (6) Si nosotros dijéremos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no hacemos la verdad; (7) Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. (8) Si dijéremos que no tenemos pecado, nos engañamos á nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros. (9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad. (10) Si dijéremos que no hemos pecado, lo hacemos á él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Si has leído este capítulo, habrás notado que te explica sencillamente como saber si andas en las tinieblas o en la Luz. Asegurate de que andas en la Luz. Si necesitas mas detalles o ayuda escríbenos usando el formulario de correo.
Sencillamente para andar en la Luz hay que reconocer que uno es un pecador, arrepentirse de serlo, confesárselo a Dios y pedirle perdón y aceptar el regalo de salvación (perdón – ser redimido del pecado) obtenido por la Sangre Preciosa de Yeshúa (Jesús) derramada en la cruz del Calvario por nuestros pecados. Luego hay que bautizarse por inmersión como un testimonio publico de la Nueva Vida en Mesías. El bautismo es el 1er paso de fe de un creyente. Sin este no hay bendición de Dios porque andamos en desobediencia.
Luego de ser salvos continuaremos pecando de vez en cuando (pero nunca estaremos felices de pecar). Por eso este capítulo nos da el remedio. LÉELO completo varias veces. Léelo despacito. Al pecar, confiésalo, arrepiéntete y pídele al Señor que te perdone y Él lo hará
Haciendo esto andarás siempre en La Luz y no en las tinieblas. ¡Bendiciones!
La Voz Misionera