¡Shabbat Shalom! Parashá Vayishlaj

El odio hacia Israel y el pueblo judío no es algo nuevo. Ha existido desde que Di-s hizo un pacto con Abraham. Lo que uno necesita entender es que este odio es satánico. Está relacionado con el deseo de Satanás de frustrar los planes y propósitos de Di-s. En el parashá de esta semana se lee acerca del nacimiento de Binyamin (Benjamín) que llevó a la muerte de Raquel. El texto dice:

Y Jacob erigió un monumento sobre su sepultura; es un monumento de la sepultura de Raquel hasta este día.” Génesis 35:20

Recuerdo la primera vez que visité la tumba de Raquel y vi una estructura bastante sencilla que albergaba el lugar. Con las concesiones que Israel ha hecho en pos de la paz a lo largo de los años y otorgando a los palestinos mayores responsabilidades para administrar las áreas donde vive la mayoría de los palestinos, surgieron numerosos intentos no sólo de destruir el lugar, sino también de matar a quienes lo visitaban. Ahora esta tumba se ha convertido en un recinto para proteger el lugar, con un gran muro que protege los autobuses a prueba de balas que llevan tanto a judíos como a no judíos (generalmente cristianos) a la tumba. Qué triste es que los musulmanes se sientan tan amenazados por la existencia de cualquier signo de verdad bíblica que respondan con violencia y mediante la destrucción de la propiedad.

Quizás la razón por la que los musulmanes temen a este lugar es lo que dijo el profeta Jeremías respecto a este lugar:

Así dice HaShem: Voz se oye de lo alto el llanto amargo de Raquel; ella llora por sus hijos; no quiere ser consolada por sus hijos, porque ellos no son. Así dijo HaShem: Reprime tu voz del llanto y tus ojos de las lágrimas, porque hay recompensa por tu acción, dice HaShem, porque ellos volverán de una tierra extraña. Esperanza hay para tu fin, dice el Señ-r; los hijos volverán a su territorio.” Jeremías 31:14-16

¡Qué gran mensaje de esperanza! En el Evangelio de Mateo se cita la primera parte de este pasaje (ver Mateo 2:18) en relación con el rey Herodes matando a los niños varones de dos años o menos. No cometas el mismo error de los teólogos del reemplazo que quieren decir que estos versículos tienen su cumplimiento completo en el tiempo del rey Herodes. Nada podría estar más lejos de la verdad. El Evangelio de Mateo cita solo un versículo para traer el mismo dolor que tuvo Raquel en el momento de su muerte, porque ella profetizó acerca del exilio que sucedería al pueblo judío y la muerte de todos esos niños varones. Observen que Raquel está de duelo no por su muerte, sino por estos dos eventos que traerán gran dolor al pueblo judío. Sin embargo, en los tiempos finales habrá un retorno del pueblo judío a la tierra y se restaurará la antigua esperanza. No es una mera coincidencia que también en este versículo 31 de Jeremías el Nuevo Pacto es también profetizado. Este es el mismo Nuevo Pacto del que habló el Mesías Yeshúa en la Última Cena (Mateo 26:28 y pasajes paralelos). Una atención cuidadosa a este Nuevo Pacto revela que, aunque la sangre de Yeshúa estableció este pacto, el resultado completo de este pacto aún no se ha realizado.

Los musulmanes no quieren el resultado de este pacto, que es el Reino de Di-s en la Tierra. Por lo tanto, atacan violentamente a todo aquel que esté relacionado con él. Qué triste es cuando la gente está en la oscuridad y no quiere entrar en la luz, que es la Luz de este mundo (el Mesías Yeshúa).

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