Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos. Prov. 23:26, RVR60
¿Quién ocupa tu corazón? ¿Dios, los placeres de este mundo, tus amistades? ¿Quién?
La persona o cosa que ocupa tu lugar es tu dios. Si Dios ocupa tu corazón entonces Dios es tu Dios. Pero si no es Él quien ocupa tu corazón entonces lo que lo ocupe es tu dios y a este servirás.
Debes tomar una decisión y decidir que nada ni nadie tomará el lugar de Dios en tu corazón. Si lo haces recibirás bendiciones de Dios porque te dedicaras a servirle y a hacerle fiel. Dios promete bendecirte si eres obediente a Su Palabra. Para eso Él debe ocupar todo tu corazón.
Él Señor dice en Proverbios 23:26 (RVR60) le des tu corazón y que tus ojos miren por Sus caminos. ¿Ahora, esto para toda persona? Bueno eso debería ser el caso. Pero no lo es. Vez, dice “Dame, hijo mío, tu corazón”. Todos somos creados por Dios, pero NO todos somos hijos de Dios. Solo los redimidos son hijos de Dios. Por lo tanto, esto va dirigido a aquellos que ya han entrado a un pacto con Dios de la Redención por la sangre redentora de Jesús. Solo para los salvos por fe.
¿Eres salvo? Si no lo eres, entonces decide hoy mismo… en este instante a arrepentirte de tus pecados, confesarlos al Creador y pedirle perdón y que te salve en el Nombre De Jesús el Mesías. Luego de ser salvo entonces ya eres hijo de Dios y le puedes entregar tu corazón para que Él te guie en Sus caminos.
Tus ojos mirarán cosas nuevas porque tendrán una nueva perspectiva. Una perspectiva del Reino de Dios y del Cordero.
Vamos, que esperas arrepiéntete ya dale tu corazón a Dios para que sea Él quien lo ocupe y para que tus ojos miren por Sus caminos.
“Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8 (RVR60)