El Remanente de Israel

El Remanente de Israel

Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah (Salmo 77:15)

Todos los que hemos sido Justificados y obtenido perdón de pecados somos incorporado en un Cuerpo, el Cuerpo de Yeshúa (Jesús). Somos redimidos por la Sangre del Cordero. La Familia de Judíos y no-judíos unidos en Mashiaj (Mesías).

La Epístola de Los Romanos nos enseña que el Remanente de los Redimidos tiene su raíz en Abraham, el Patriarca del Pueblo de Israel. Todos los creyentes en Yeshúa que no descendemos de los patriarcas, los hijos de Jacob, somos injertados en la raíz y así formamos un Cuerpo unido por la Sangre del Cordero que quita el pecado del mundo.

Muchos no entienden muy bien cómo puedo ser eso y preguntan si hay indicaciones o profecías en el TANACH (Escrituras Hebreas o Antiguo Testamento) de como puede ser que los gentiles son unidos a los judíos sin tener que ser circuncidados o estar bajo los rudimentos del Antiguo Pacto, el Pacto de Moisés. Hay un sinnúmero de pasajes bíblicos que nos alumbran y nos dan un entendimiento correcto.  El versículo que usé para esta reflexión es uno de esos versículos.

Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah (Salmo 77:15)

¿Qué podemos ver en este versículo del Salmo 77? Es interesante que el versículo se refiere a los hijos de Yaacob (Jacob) y los hijos de Yosef (José). ¿Por qué la separación y cuál puede ser el significado?

Todos sabemos que los hijos de Jacob forman las 12 tribus de Israel de donde procede el pueblo judío y de donde se afirma el Remanente. ¿Pero qué de los hijos de José y que significa y como se reflejan en las tribus?

Aquí es donde encontramos sabiduría y como las Escrituras nos alumbran y nos dan revelación del Plan de Adonaí de Redención para la humanidad compuesta de judíos y los no judíos.

Es fácil ver como los hijos de Jacob entran en el Pacto. Pero es un poco más difícil de ver como los gentiles o los no-judíos entran a formar parte de ese mismo Pacto.

Creo que todos conocemos la historia del Patriarca Yosef (José) y como sus hermanos no lo reconocían porque José parecía ser egipcio y no un hebreo. También sabemos que cuando Jacob estaba a punto de morir envió por José y sus otros hijos para bendecirlos. Cada uno de ellos recibió una bendición especial y profética de los labios de Jacob.

José nunca regresó a su padre como hebreo ni tampoco regresó a formar parte de la familia y hasta el día de su muerte se consideró o vivió como un egipcio porque ocupaba el puesto mas alto en el reino después del faraón. Cuando Jacob bendijo a los hijos de José le dijo que Efraím y Manases serían para el cómo sus propios hijos. Por lo tanto, Efraím y Manases recibirían una parte cada uno de la herencia de Jacob y participarían como tribus de Israel.

Si estudiamos este evento cuidadosamente podremos concluir que aquí vemos el Evangelio de Las Buenas Nuevas, pero como en sentido obscuro o no revelado abiertamente. Me explico.

Los hijos de Jose, Efraím y Manases, representan al Pueblo Gentil (no-judío) que es injertado en el Cuerpo de Los Redimidos, el Cuerpo de Yeshúa.  Los hijos de José, proféticamente hablando, se puede decir que forman el pueblo gentil en forma figurada.

José permaneció viviendo como gentil en Egipto. Sus hijos, sin embargo, formaron parte de los hijos de Jacob y obtuvieron herencia con los otros hijos de Jacob. O sea, “Hijos Gentiles” injertados en las tribus de Israel.

Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah (Salmo 77:15)

¡Bendiciones!

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