Porción de la Torá: Ki Tisa (Porque levantarás)
Lectura de la Torá: Éxodo 30:11-34:35
Lectura Profética: 1 Reyes 18:1-39
Comentario de Baruch para la porción de esta semana…
Parashá Ki Tisa
“Sólo cuando los creyentes participen en lo que HaShem está haciendo manifestarán ellos la gloria de Di-s”
En la porción de la Torá de esta semana, Moisés ascendió ante HaShem varias veces y regresó ante el pueblo; sin embargo, cuando Moisés se presentó ante el pueblo con el segundo juego de tablas que contenían los Diez Mandamientos, su rostro se había vuelto radiante. ¿Por qué esta vez el rostro de Moisés se había vuelto radiante, mientras que en otras ocasiones esto no ocurrió?
Aunque muchos ofrecen explicaciones de por qué esto sucedió, el simple hecho es que debe haber una conexión entre Moisés presentando las tablas ante el pueblo y este evento milagroso. No hay duda de que el rostro de Moisés irradiaba para manifestar la gloria de Di-s. Por lo tanto, fue la presencia de Moisés cuando HaShem escribió las palabras de los Diez Mandamientos en las tablas y el hecho de que Moisés las tomó y las presentó ante la congregación de Israel lo que resultó en que el pueblo viera el cambio que había tenido lugar con Moisés. En otras palabras, Di-s hizo que el rostro de Moisés reflejara la gloria de HaShem al presentar las tablas ante el pueblo para que entendieran que es a través de la palabra de Di-s que se manifiesta la gloria de HaShem.
Sin embargo, esta respuesta está incompleta. Si fue suficiente ¿por qué el rostro de Moisés no irradiaba la primera vez que bajó de las montañas con las tablas que rompió? La respuesta se encuentra en el hecho de que el primer juego de tablas fue obra exclusiva de HaShem. Moisés sólo los recibió; pero con el segundo conjunto, en realidad fue Moisés quien talló las dos tablas. HaShem escribió las palabras, pero las tablas fueron hechas por Moisés. ¿Qué se puede aprender de esto?
Uno no manifiesta la gloria de Di-s simplemente estando presente mientras HaShem se mueve en una situación. Más bien, los creyentes sólo manifestarán la gloria de Di-s cuando participen en lo que HaShem está haciendo. Como creyentes en el Mesías Yeshúa hemos sido dotados y ungidos con el Espíritu Santo. Según el Nuevo Pacto (Ver Jeremías 31:32) HaShem ha inscrito la Torá (la palabra de Di-s) en las tablas de nuestros corazones. Es cuando preparamos nuestro corazón para recibir Su palabra que también cumpliremos Su palabra y manifestaremos Su gloria a los demás.
Moisés puso un velo sobre su rostro para ocultar la gloria, ¿no parece extraño? ¿No debería haber querido Moisés que el pueblo viera esta gloria? En cierto sentido sí, pero el velo representaba la cortina que dividía el Lugar Santísimo del Lugar Santo. Sólo después de la obra suficiente del Mesías Yeshúa en la cruz, esta cortina se rasgó de arriba a abajo, revelando que ahora los creyentes pueden acercarse a la presencia de Di-s y tener una experiencia personal en el Monte Sinaí con Di-s y ser transformados por Su gloria.