Reconciliaos con Dios

He aquí el Cordero de Elohim

He aquí el Cordero de Elohim

Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8 RV1909)

¿Te has preguntado alguna vez, Que quiero decir eso de “Ser Salvo”? ¿Sabes tú si murieses esta noche o en este mismo momento si tu irás al Reino (Cielo) o al Lago de Fuego (Infierno)? ¿Te preocupa saber la respuesta o eres de esos individuos que no les importa y creen que no hay tal cosa?

Amigo mío, es importantísimo saber dónde pasarás la eternidad. Tenemos que tomar una decisión antes de tomar nuestro último suspiro y pasar a la eternidad. Una vez que una persona muere, ya es muy tarde para tomar una decisión. El destino se sella el momento de dormir “el sueño de la muerte”. Nos dirigiremos a una de dos direcciones.

Una dirección conduce al Reino del Cordero. El Reino de los Redimidos, los que el Cordero ha comprado con Su sangre y han aceptado Su oferta de Salvación.

La otra dirección conduce al Lago de Fuego preparado para Satán y sus demonios. Ahí también le acompañarán todos los que han rechazado el regalo de Salvación obtenido por el sacrificio en el Monte Calvario por el Cordero de Elohim y ofrecido gratuitamente a toda persona que lo acepte.

Todos al nacer recibimos un boleto de una sola dirección hacia el infierno. Para ir al infierno no hay que hacer nada. Ese es el destino de toda persona.

Ahora, todos tenemos desde la edad de contabilidad (conocimiento del bien y del mal) para cambiar ese boleto por uno dirigido al Reino Celestial.  El costo de cambiar el boleto es cero, nada, gratis.  Yeshúa, El Cordero de Elohim, ya pagó el precio de tu boleto. Solo tienes que aceptarlo.

Te preguntas, ¿Qué debo hacer para escapar el infierno y aceptar la oferta de Salvación del Cordero? La respuesta es fácil. El costo ya se ha pagado. Solo necesitas FE para aceptarlo y actuar sobre esa fe.

Primero: Tienes que aceptar y confesar que eres un pecador y que has quebrantado la Ley de Adonaí Elohim y que por eso estas condenado al Infierno y al Lago de Fuego.

Segundo: Tienes que creer que Yeshúa murió en tu lugar para pagar el precio de tu pecado, que es la muerte e ir al infierno.  Debes creer que Su sangre preciosa te limpiara de todo pecado: Pasado. Presente y Futuro.

Tercero: Por fe, confiesa que eres pecador, acepta por fe que Yeshúa murió en tu lugar, pídele a Dios que te perdone y te limpie de tu pecado. Confiésalo con fe y creyendo que Dios no puede mentir jamás y que lo que Él promete Él lo cumple.

Cuarto: Acepta por fe que eres salvo. Si te has arrepentido y confesado que eres pecador y le has pedido a Adonaí que te salve, eres salvo. NADIE es rechazado por Dios. Todo el que se acerca a Él con un corazón sincero es bien recibido.

Quinto: Si has orado (en tus propias palabras) y pedido ser salvo, eres salvo. Debes conseguir a alguien en quien confías y conoces que camina con Dios diariamente y compartir lo que has hecho y pedirle que te ayude en los siguientes pasos para crecer adecuadamente en la fe (madurar en la nueva fe).

Una persona que nace de nuevo (recibe perdón de pecados y obtiene vida eterna) es como un bebe recién nacido. Un bebe necesita tomar leche hasta que puede comer comida sólida y carne. Asimismo, un nuevo creyente es un Bebe, Espiritualmente Hablando. Necesita tomar leche por un tiempo hasta que puede comer comida sólida y carne espiritual. La leche espiritual es la enseñanza básica de las Escrituras (nuevo nacimiento, bautismo, miembro de la congregación, bendecirse uno al otro, etc.). La comida sólida espiritual es crecer en lo mas profundo de la fe (teología, profecía, etc.).

Bendiciones y redime y cambia tu boleto del Infierno (Lago de Fuego) al Cielo (Reino) antes de que sea tarde (muerte).

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.  (2 Corintios 5:17 RV1909) 

Fiesta de la Dedicación

Yeshúa

Y se hacía la fiesta de la dedicación en Jerusalem; y era invierno; Y Jesús andaba en el templo por el portal de Salomón. Y rodeáronle los Judíos y dijéronle : ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínos lo abiertamente. Respondióles Jesús: Os lo he dicho, y no creéis: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; Y yo les doy vida eterna: y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dió, mayor que todos es: y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre una cosa somos. Entonces volvieron á tomar piedras los Judíos para apedrearle . Respondióles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál obra de esas me apedreáis? Respondiéronle los Judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.  (Juan 10:22-33 RV-1909)

El Apóstol Juan escribió que Yeshúa (Jesús) estuvo en el área del Templo mientras se celebraba la Fiesta de la Dedicación. Este festival es mejor conocido como la Fiesta de Janucá.

La mayoría de los creyentes descartan este festival y, aunque no tenemos mandamiento o instrucciones en la Biblia de observarlo, es un festival que tiene muchos principios bíblicos que podemos usar para ayudarnos a ser Una Luz en Las Tinieblas y Una Voz Misionera.

Esta fiesta se conoce también como el Festival de las Luces y Fiesta de los Macabeos entre otros. Yeshúa estuvo entre su pueblo mientras celebraban la fiesta. Ese festival nos enseña que debemos serle fiel a Adonaí, aunque nos cueste la muerte. Que no debemos obedecer a los gobiernos cuando nos quieren impedir adorar al Único Dios Eterno, Adonaí Elohim. Deben leer la historia de los Macabeos (Sacerdotes Levitas) para que aprendan sobre el festival y la razón por la que se observa entre el pueblo judío y entre muchos mesiánicos y otros creyentes.

Podemos ver también que el festival nos muestra que debemos alumbrar como una luz en la obscuridad. La luz en la Biblia siempre se asocia con Adonaí y la obscuridad con lo malo, lo diabólico y con Satán, el enemigo eterno de Elohim. La luz siempre batalla contra la obscuridad.

Tu y yo debemos alumbrar y dejar que nuestro testimonio sea como Una Luz en Las Tinieblas. Debemos reflejar la Luz de Mashiaj (Mesías) y así ser Una Voz Misionera que pregona Las Buenas Nuevas del Evangelio del Reino.

En estos días festivos donde se observa la Fiesta de la Dedicación o Janucá, compartamos nuestra luz para que otros vean a Yeshúa en nosotros y deseen poner su fe en la obra redentora de Yeshúa en el madero en el Monte Calvario.

Yeshúa dijo, “Yo Soy La Luz del Mundo”. ¡Pon tu fe en Él!

El Remanente de Israel

El Remanente de Israel

Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah (Salmo 77:15)

Todos los que hemos sido Justificados y obtenido perdón de pecados somos incorporado en un Cuerpo, el Cuerpo de Yeshúa (Jesús). Somos redimidos por la Sangre del Cordero. La Familia de Judíos y no-judíos unidos en Mashiaj (Mesías).

La Epístola de Los Romanos nos enseña que el Remanente de los Redimidos tiene su raíz en Abraham, el Patriarca del Pueblo de Israel. Todos los creyentes en Yeshúa que no descendemos de los patriarcas, los hijos de Jacob, somos injertados en la raíz y así formamos un Cuerpo unido por la Sangre del Cordero que quita el pecado del mundo.

Muchos no entienden muy bien cómo puedo ser eso y preguntan si hay indicaciones o profecías en el TANACH (Escrituras Hebreas o Antiguo Testamento) de como puede ser que los gentiles son unidos a los judíos sin tener que ser circuncidados o estar bajo los rudimentos del Antiguo Pacto, el Pacto de Moisés. Hay un sinnúmero de pasajes bíblicos que nos alumbran y nos dan un entendimiento correcto.  El versículo que usé para esta reflexión es uno de esos versículos.

Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah (Salmo 77:15)

¿Qué podemos ver en este versículo del Salmo 77? Es interesante que el versículo se refiere a los hijos de Yaacob (Jacob) y los hijos de Yosef (José). ¿Por qué la separación y cuál puede ser el significado?

Todos sabemos que los hijos de Jacob forman las 12 tribus de Israel de donde procede el pueblo judío y de donde se afirma el Remanente. ¿Pero qué de los hijos de José y que significa y como se reflejan en las tribus?

Aquí es donde encontramos sabiduría y como las Escrituras nos alumbran y nos dan revelación del Plan de Adonaí de Redención para la humanidad compuesta de judíos y los no judíos.

Es fácil ver como los hijos de Jacob entran en el Pacto. Pero es un poco más difícil de ver como los gentiles o los no-judíos entran a formar parte de ese mismo Pacto.

Creo que todos conocemos la historia del Patriarca Yosef (José) y como sus hermanos no lo reconocían porque José parecía ser egipcio y no un hebreo. También sabemos que cuando Jacob estaba a punto de morir envió por José y sus otros hijos para bendecirlos. Cada uno de ellos recibió una bendición especial y profética de los labios de Jacob.

José nunca regresó a su padre como hebreo ni tampoco regresó a formar parte de la familia y hasta el día de su muerte se consideró o vivió como un egipcio porque ocupaba el puesto mas alto en el reino después del faraón. Cuando Jacob bendijo a los hijos de José le dijo que Efraím y Manases serían para el cómo sus propios hijos. Por lo tanto, Efraím y Manases recibirían una parte cada uno de la herencia de Jacob y participarían como tribus de Israel.

Si estudiamos este evento cuidadosamente podremos concluir que aquí vemos el Evangelio de Las Buenas Nuevas, pero como en sentido obscuro o no revelado abiertamente. Me explico.

Los hijos de Jose, Efraím y Manases, representan al Pueblo Gentil (no-judío) que es injertado en el Cuerpo de Los Redimidos, el Cuerpo de Yeshúa.  Los hijos de José, proféticamente hablando, se puede decir que forman el pueblo gentil en forma figurada.

José permaneció viviendo como gentil en Egipto. Sus hijos, sin embargo, formaron parte de los hijos de Jacob y obtuvieron herencia con los otros hijos de Jacob. O sea, “Hijos Gentiles” injertados en las tribus de Israel.

Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah (Salmo 77:15)

¡Bendiciones!